Las stablecoins son un tipo de criptomoneda que está respaldada por un activo físico, como el oro o la moneda fiat, con el objetivo de mantener un valor estable. La idea detrás de las stablecoins es proporcionar la inmediatez y la descentralización de las criptomonedas, junto con la estabilidad del valor que ofrecen los activos tradicionales.

Las stablecoins se pueden clasificar en dos categorías principales: las que están respaldadas por activos físicos y las que están respaldadas por otras criptomonedas. Las stablecoins respaldadas por activos físicos, como el oro o la moneda fiat, se emiten y respaldan en una proporción 1:1 con el activo subyacente. Por ejemplo, una stablecoin respaldada por el dólar se emitiría y respaldaría en una proporción 1:1 con dólares en una cuenta bancaria.

Las stablecoins respaldadas por otras criptomonedas, por otro lado, se emiten y respaldan en una proporción mayor al 1:1 con la criptomoneda subyacente. Por ejemplo, una stablecoin respaldada por ether podría emitirse y respaldarse en una proporción de 2:1 con ether en una billetera. Esto se hace para proporcionar un margen de seguridad y evitar la volatilidad de la criptomoneda subyacente.

Una de las principales ventajas de las stablecoins es su estabilidad de valor. Al estar respaldadas por activos físicos o por otras criptomonedas, las stablecoins tienen menos probabilidades de experimentar grandes fluctuaciones de valor. Esto las convierte en una opción atractiva para aquellos que buscan realizar transacciones con criptomonedas sin tener que preocuparse por la volatilidad del mercado.

Otra ventaja de las stablecoins es su facilidad de uso. Al estar respaldadas por activos conocidos y ampliamente aceptados, como el dólar o el euro, las stablecoins son más fáciles de entender y utilizar para aquellos que no están familiarizados con las criptomonedas. Además, muchas stablecoins se pueden almacenar y utilizar de la misma manera que otras criptomonedas, lo que las hace accesibles para una amplia gama de usuarios.